La nueva consideración del delincuente como persona racional que mide el riesgo y la expectativa de botín, cambia el paradigma de la protección y genera nuevas combinatorias en la cadena de defensa.
El delincuente es una persona racional, profesional de su actividad, que busca un botín pero no quiere ser visto, reconocido ni detenido.
Una vivienda segura es la que combina resistencia física, detección del intento de intrusión y control en la cadena de suministros. Es aquella que respeta la estrategia de defensa en profundidad.